Hola majas y majos,
¿Cómo va todo?
Por Hassi-Labiad genial. Ayer comencé a trabajar en mi estudio, encuestando a los agricultores para ver cómo producen, cuanto, si comercializan algo, etc. Hasta el jueves realizaré encuestas en Hassi-Labiad, y después me iré 5 días al Begaa a hacer lo mismo. ¿Y como encuesto a la gente?
Pues gracias a Hamid, un joven del pueblo que ha aprendido español a consta de trabajar en un bazar donde venden todo tipo de cosas a los turistas. Congeniamos bastante bien, así que estamos pudiendo sacar un montón de información; cuando tenga más entrevistas ya os haré un resumen de la agricultura oasiana jeje.
Desde que he llegado no hemos parado; primero con Agustín el magnífico hidrogeólogo, y después con los estudiantes franceses y marroquíes. Hay 7 franceses son ingeniero hidráulicos y agrónomos que están haciendo un máster en Montpellier, y 2 marroquíes sociológos; y van a estudiar la zona de Tamsguidat, una zona agrícola fuera de los oasis que es regada por agua que traen desde lejos, o por un embalse que llenan de vez en cuando.
Poco a poco me voy conociendo el pueblo y a la gente, ¡y ya me han puesto nombre árabe/bereber!, ahora me están empezando a llamar Omar jeje.
El oasis de noche |
También me gustaría hablaros del Takhabilt. Es como un órgano de supervisión del pueblo. Está compuesto por 5 miembros, que se eligen cada 2 años. Supervisan la gestión del agua y también median a la hora de que halla conflictos, tanto en la zona de cultivo del oasis como conflictos en el pueblo; digamos que hacen como de jueces. En Hassi-Labiad hay 4 tribus o facciones y cada facción elige a un represente, que será uno de los miembros de la Takhabilt. El 5º es elegido por todas la familias, y tiene una función mayor, ya que además ha de supervisar la tergoua (el canal que hay dentro del oasis) para que no tenga fugas, y que esté limpio de arena. Me alegra ver que desde entonces ya tenían sistemas participativos para la gestión de la vida oasiana.
Hablando con los sabios de la Takhabilt de Tamsguidat |
Cuando se asentaron, también tuvieron una repartición de tierras y de agua bastante igualitaria para la época. Al construir la Khettara, las familias aportaban 1 o más hombres para la construcción, y según su contribución, se les asignó más o menos tierras. Lo mismo sucedió con el derecho al agua (3 horas cada 10 días, 6 horas…). La desigualdad viene porque las familias ricas podían pagar a hombres que trabajaran “para su familia”; y las pobres no pudieron aportar a ningún hombre porque lo necesitaban para otras actividades. Pero para esos años (1960 más o menos) la verdad es que está muy bien, ¿no?
Bueno, dejo de enrollarme por esta semana, ¡en cuanto vuelva de El Begaa os cuento como me ha ido!
Noe, ¡el perro cooperante! |
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